El temazcal

El día de ayer intenté miserablemente conectarme con mi ahem... ¿espiritualidad?

Cuando mi novio me dijo ¿vamos a un temazcal? pensé: bueno ¿por qué no?, siempre he tenido la disposición de intentar cosas diferentes, así sea para luego criticarlas aún con más ganas, cosa que pasa con bastante frecuencia debo admitir.

Quiero aclarar que hay cosas que rotundamente jamás intentaría, como por ejemplo jamás podría hacer paracaidismo, porque sé que a media caída libre sufriría de un infarto y dejaría tremenda estampa en el suelo.

Pensarían ustedes (LOL) un temazcal, claro es un baño de vapor, para desintoxicarse y meditar, dirigido seguramente por alguien docto en el tema, digo, es un ritual indígena después de todo, CRASO ERROR de mi parte suponer esto, a nuestra llegada al terreno campestre dónde se celebraría tal cosa, me encuentro con dos denominados hippies con laptop, blackberry en este caso, dirán ustedes ¿qué? bueno suponiendo que todavía se usaran las van VW decoradas de los años 60, la elección de transporte de estos chicos hubiera sido un Mercedes.

Las incongruencias por parte de estos chicuelos, y digo chicuelos porque se veían solamente un par de años mayores que una servidora, no tardaron en aparecer, con el macho alfa fabricando unos cigarrillos con "tabaco sagrado" sacado de un paquete requete nice, que solamente se consigue en Tucson (sus palabras), creo que está confundiendo lo sagrado con lo orgánico, su discurso era que este tabaquito era cultivado por indígenas, no se usaban pesticidas y al fabricar él sus propios cigarrillos, no eran dañinos y no causaban cáncer ya que no tenían los terribles químicos que tienen los filtros y el tabaco de los cigarros comerciales, digo, porque meterse humo orgánico en los pulmones es totalmente saludable.

Mientras el macho de esta especie parloteaba sobre su tabaco mágico, la hembra confeccionaba collares y pulseritas con piedras, cristales curativos y dijes de acero inoxidable comprados en mercerías gringas, lugares dónde, como todos sabemos, existen grandes vórtices de energía, mientras confeccionaba bisutería, le contaba a señoras que fácilmente le triplicaban la edad acerca de la vida, los obstáculos y virtudes de ella, en fin, cosas imposibles de deducir por si mismas estas señoras.

Se llegó el momento en el que los hombres se fueron a construir el temazcal y se nos dijo a nosotras que después nos encargaríamos de decorar y embellecer el altar, aquí fue cuando mi suegra volteó y me dijo "hasta en estas chingaderas espirituales hacen distinción de género", solo puedo decir que comparto su opinión.

Después de estar como una hora sentada entre puras mujeres oyendo tontería y media, mientras los hombres trabajaban arduamente bajo el sol, procedieron a cambiarse de ropa, a mí siempre me habían dicho que para entrar a un temazcal tenías que vestirte de blanco, como cuento con un extenso guardarropa de color blanco tuve que pedir prestados unos pantalones para acudir "como se debe" pero ¡oh sorpresa! la hembra hippie y sus secuaces salieron con un conjuntito que mi amiga Dirce se pondría para ir a la playa, si no conocen a mi amiga Dirce, déjenme contarles que es una persona al último grito de la moda y que la última vez que fue a la playa usó un sexy vestido largo con estampado de pavorreal.

Nos dirigimos hacia el altar, que era un montículo de tierra al que nosotras con la ayuda de un poco de agua y nuestras manos le daríamos forma de tortuga, obviamente yo solamente me quedé con los brazos cruzados viendo como las otras féminas se llenaban de lodo las manos, y la mujer hippie dice "aquellas que no quieran tocar la tierra quiere decir que están peleadas con su femineidad" en mis adentros pensé ¿de verdad quieres llegar a ese punto? mejor hablamos cuando hayas pasado 3 años amasando barro y preparando yeso y cemento.

Cuando terminaron de darle forma y de llenarlo de florecitas, hojitas & shit, se acerca el hippie y comenta una de las cosas más PLOP del día "que plana le hicieron la cabeza" a lo que la hembra contesta "es la cola..." resulta que siempre, en todos sus rituales, habían puesto la tortuga del lado incorrecto y apenas ayer se dieron cuenta, muy experimentados ¿no?

Después de corregir el error nos pidieron hacer un círculo y el macho empezó a balbucear acerca de la madre tierra, de lo que significaba el ritual que estaban a punto de hacer, que la tierra representaba a la mujer y el sol al hombre y que si uno no podía estar descalzo en la tierra era porque estaba peleado de por vida con su lado femenino, que era la primogénita de un padre machista que quería un hijo varón y que eran las personas menos creativas del universo, mientras que si uno no podía quitarse los lentes de sol era que estaba peleado con no sé qué demonios, la verdad podría inventarles cualquier cosa pero sinceramente no le estaba poniendo mucha atención, para esto déjenme contarles que yo estaba enfundada en tenis y no con un par, sino dos pares de lentes para el sol, porque mi novio dejó los suyos en la mesa y yo me los puse en la cabeza, cual diadema, obviamente al decir estas cosas los hippies estos me lanzaban miraditas de "esta chica tiene problemas" pero creo que nunca han oído hablar de una pintora con operación lasix.

Después de oírlo decir célebres frases como "formar una forma de vida" resulta obvio señalar que yo ya estaba hasta el tope de las tonterías que puedo soportar por día, llegué a la conclusión de que de ninguna manera iba a pasarme unos minutos encerrada en un ambiente hostil, sin poder tomar agua, con hambre y escuchando incoherencias sobre espiritualidad, religión y cosmología, me salí de la fila y le dije a mi novio "dame las llaves del carro ¡QUE HUEVA ESTO!" y me dirigí hacia mi vehículo, pensé ¿qué tanto puede durar esto? pues déjenme contestarles: 2 horas y 14 minutos, durante los cuales escuche múltiples cánticos inventados en español, un canto que voy a suponer era Seri, un aleluya, varios gritos y risas, por mi parte yo tomé una siesta en el gatimóvil.

Horas después le pregunté a mi novio que sí que hizo mientras estaba ahí dentro, su respuesta "pensar", bueno yo no sé ustedes pero por lo menos yo paso varias horas al día sola, así que tengo mucho tiempo para pensar y meditar, sin estar oyendo necedades espirituales, con la posibilidad de prender el aire acondicionado si me da la gana y beber y comer lo que se me dé la gana.

Conclusión: Si me invitan a un temazcal, asegúrense de que sea en un spa, con aromaterapia, mascarillas de barro y un masaje relajante al final.

Chinguen a su madre los hippies con blackberry.